¿Hay o no hay tangos nuevos?
¿Hay o no hay autores nuevos de tango?
¿Quién quiere matar nuevamente al tango?
La revista cultural Ñ del monopolio CLARÍN, en su
edición N° 203 publicó una nota con título escandaloso en su portada que decía:
“El tango se quedó sin letra”. La misma fue realizada el mejor estilo del
axioma proclamado por Aníbal Vigil a sus redactores de la editorial Atántida en
los años 70: “No dejen que la realidad les arruine la nota”. Es decir, se
inventaba un título y desde ahí se resolvía el texto, algo que actualmente
realiza con singular ¿éxito? la editorial Perfil.
Pero vayamos a lo nuestro: ¿se murió el tango?
¿porqué el tango entró en decadencia después de 1955 y está en vías de
recuperación actualmente? ¿hay o no hay nuevos autores, compositores e
intérpretes del tango? ¿hay quienes quieren matar nuevamente al tango? ¿quiénes
son? Estas y otras preguntas han sido respondidas en el libro de Ricardo
Horvath “Esos malditos tangos” que editó Biblos. Sintomáticamente este libro ha
sido ninguneado por los grandes medios de difusión ¿es casual o causal? Porque
en el prólogo del mismo Norberto Galasso señala que “...esos ‘tangos malditos’
sólo pudieron ser recuperados por un ‘maldito’ como Horvath”.
A finales de los 90, desde Boedo comenzó a surgir
(precisamente en el Club Boedo), una pléyade de jóvenes y talentosos músicos
dedicados al tango. Eran producto, en general, de la Escuela de Música Popular
de Avellaneda. Su lucha brindó rápidos
frutos a partir de la
Orquesta Fernández Branca, que pasaría a ser Fernández
Fierro. La muchachada era pugliesiana y siguieron la senda del gran maestro, el “antimufa”, el
santito laico y rojillo. En nuestra opinión no es casual la fecha en que se
inicia ese bardo: tenía que ver con lo descompuesto y corrupto de la sociedad
neoliberal, un profundo enfrentamiento nacional y popular a la entrega de las
riquezas del país y de nuestra cultura al extranjero. En esa misma época surge
el agrupamiento de Autoconvocados por el Tango.
Desde entonces hasta hoy, la organización juvenil
creó en el Abasto el Club Atlético Fernández Fierro que sirvió y lo sigue
haciendo, para que los músicos tuvieran
un lugar para mostrarse o presentar sus discos. Mencionar a todas las orquestas
surgida en el nuevo siglo XXI, sería casi imposible, pero entre las más
destacadas podemos mencionar a la Orquesta Imperial, El quinteto negro de la Boca, El Arranque, Orquesta
típica Ciudad Baigón, la
Orquesta Silencio, Camandulaje, Orquesta Sans Souci, Orquesta
Gente de tango, Astillero, Orquesta típica Esquina Sur, Orquesta La Brava, Orquesta Todo
Corazón, Orquesta Cerda Negra, Orquesta Arquetípica, Orquesta Fervor de Buenos
Aires, Orquesta Victoria, Orquesta Rascasuelos, Orquesta de Cuerdas Elvino
Vardaro, El Afronte, Octeto San Telmo, Otros Aires, y tantas otras. Se arman y desarman para
formar nuevos agrupamientos. Un hecho impensable en otros momentos históricos.
El debate está planteado. Conozca una opinión
“maldita” que el sistema se niega dar a conocer. “Esos malditos tangos. Apuntes
para la otra historia” de Ricardo Horvath. Prólogo de Norberto Galasso.
Editorial Biblos. Colección latitud sur.
En radio: “Café, bar, billares” AM 530 Radio Madre, la Voz de las Madres de Plaza de
Mayo (“la primera de la izquierda”), los sábados de 9 a 13.
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