Por Ricardo Horvath
Escribimos en Revolución y periodismo lo que sigue: “Se reclama del periodismo que sea ‘objetivo’, se dice que debe ser ‘imparcial’. Objetivo según el diccionario, es desinteresado. Imparcial es el que actúa sin prevención a favor de unos u otros. Objetivo e imparcial puede ser un juez que debe regir sus fallos a partir de una legislación dada. ¿Qué leyes rigen al periodismo? Es más ¿qué es, qué significa ser periodista? (...) Jorge Ricardo Masetti enseñaba que como periodista podía ser objetivo, pero jamás imparcial. ‘Un periodista no puede ser neutral’ asegura el italiano Gianni Miná”. Sin embargo para Gabriel García Márquez el de periodista es el “mejor oficio del mundo”. No coincido con el colombiano quien, seguramente, por su talento nunca fue perseguido o sancionado por algún patroncito de estancia (o de editorial, para mejor decir). García Márquez parece haberse olvidado que hacia 1920 el periodista era considerado “la prostituta de la máquina de escribir”.
Tampoco debe haber lidiado con su sindicato, salvo
que en Colombia sea mejor que en la Argentina. Obsérvese
este detalle: Cuando Perón crea el ISER, Instituto Superior de Enseñanza
Radiofónica, le da al locutor, por ley, el derecho a ser el único habilitado
para leer los noticieros y anunciar los temas musicales. Un pequeño sindicato
se transforma en un poderoso instrumento de defensa de sus trabajadores. Que
nadie se atreva a violar lo
reglamentado. ¿Y el sindicato de los periodistas? Bien gracias. Hoy la TV está plagada de “panelistas”
que nadie sabe quién los habilitó para ejercer el oficio periodístico.
Cualquier actriz o modelo pedorra – por caso Mariana Fabbiani – entre muchos/as más –
hacen de periodistas sin que a la
UTPBA (Unión de Trabajadores de Prensa), que se
sepa, se le mueva un pelo.
Voy a introducir algunos ejemplos personales para
refutar al admirado escritor colombiano, que nos permitirán establecer con claridad la diferencia entre
el patrón y el trabajador de prensa, sobre la libertad de prensa y la libertad
de empresa, sobre la arbitrariedad y la prepotencia frente al profesionalismo.
En 1968, trabajando en la
Editorial Julio Korn, habíamos logrado los trabajadores de TV
Guia, en pocos años, superar a otra revista pionera en ese rubro como lo
era Canal TV. Los compañeros me designan como delegado para plantearle a
“don Julio” esa cuestión y por ende reclamar un aumento salarial. La respuesta
del cretino fue: “yo no ato a nadie a la pata de la silla”. Me fui masticando
veneno y juramentándome tomar venganza. Por entonces me entero que la editorial
Atlántida estaba por comprar a la fundida Canal TV. Presenté un
proyecto, que fue aprobado, y me llevé a los nueve mejores redactores de TV
Guia, vaciándole la redacción. Nos fuimos a ganar el triple y con la ventaja
de viajar por todo el mundo cuando la
nota así lo exigía.
Dos años después, y habiendo revalorizado con el
esfuerzo de sus trabajadores a Canal TV, Constancio Vigil, uno de los
propietarios de la editorial (a quien apodábamos “el mono relojero”, ya que
destrozaba todo lo que caía en sus manos), decidió meterse con la revista. La
misma era demasiado “grasa” y él quería competir con su primo Aníbal (el que
reclamaba de sus periodistas que “no dejaran que la realidad les arruinara la
nota”). Aníbal tenía a su cargo la exitosa Gente (“como uno”),
publicación considerada más “cheta”.
Le advertí a Constancio que eso no tenía nada que
ver con una revista netamente popular y que el cambio nos llevaría al
cierre. Oponerse significó el pasaporte
a la calle cobrando la correspondiente indemnización. La revista se fundió.
Trabajando para Blackie y conociendo ésta lo ocurrido, cuando Constancio Vigil
pasó a dirigir Canal 13, destrozando lo que el cubano Goar Mestre había
logrado, le planteó que ella trabajaría en varias producciones conmigo. El muy
cretino le respondió: “es un gran profesional”. En fin...
Tras el fallecimiento de Blackie entré a trabajar en
la editorial Perfil para hacer TV Semanal. Para no hacerla larga, se
repitió la experiencia de editorial Atlántida. Los patrones suelen ser necios y
no aceptan la opinión de sus laburantes. La revista se fundió gracias al “nene”
caprichoso de Fontevecchia.
¿El mejor oficio del mundo? Lo que sí aprendí es que
debía trabajar en una empresa que coincidiera con mis opiniones. Algo
obviamente nada fácil en la
Argentina. Pero se dio: entré a realizar Protagonistas,
un programa radial que iba de 22
a 0 horas y que al año –según la empresa Marcados y
tendencias - consideraba primera
absoluta en audiencia. No obstante, su rival IPSA nos ubicaba en sexto
lugar. Convencí a la gerente de la empresa que
enviara una carta rajante para que explicara esa diferencia abismal. A
la medición siguiente pasamos a estar segundos según IPSA. Cosas del
negocio periodístico.
En el mencionado programa radial se dio el caso de
tener que darle alguna razón a García Márquez. Ya conté la experiencia con
Alberto Granado, el amigo del Che. Viene a mi memoria otro acontecimiento casi
insólito. El productor del ciclo decidió encerrar en un estudio de grabación a
nuestro David Viñas con el cubano Roberto Fernández Retamar, el presidente de
Casa de las América de Cuba. Dos capos. Y me dice que debía entrevistarlos sin
preparación previa, como corresponde a todo reportaje. Tuve que salir al toro,
pero con la suerte de que ambos intelectuales venían embalados en un debate
después de cafetear en el bar La
Paz , antro que usaba Viñas para leerse y subrayar
de cabo a rabo al oligárquico diario La Nación. El pícaro del operador técnico
dejó abierto el micrófono, hasta que Viñas se percató de la situación y ahí
tuve que poner en práctica el oficio para sacar adelante la charla, más que
gratificante, y es la que dejamos aquí para su disfrute. Pero una vez más
metimos la pata: no se previó que hubiera un fotógrafo que graficara el
encuentro. No obstante dejo la instantánea de mi charla con Retamar en Casa de
las Américas de Cuba. Y para jetonear (y mandarme la parte) dejo una
entrevistando a Fidel y varias visitando emisoras radiales de la Isla. ¿Qué tul? Por suerte
mi mujer encontró una foto de todo el equipo de Protagonistas.
Parte del equipo de "Protagonistas"
Con Retamar en Casa de las Américas de Cuba
Entrevistando a Fidel Castro
Y algunas fotos visitando radios cubanas:
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