18 feb 2014

Entrevista a Alberto Granado, el amigo del Che [audio]



En tren de andar revisando entre las perlitas que tiene Ricardo Horvath, hoy te dejamos esta entrevista a Alberto Granado realizada por nuestro trompa

Por Ricardo Horvath

Oficio extraño este del periodista. Y difícil de catalogar. Se cree independiente y objetivo y es un esclavo del patrón, al cual suele despreciar pero le teme. En general carece de conciencia de clase, su sindicato es pequeño burgués. No se anima a hacer un juicio a la empresa porque supone que nunca podrá conseguir otro trabajo. Se cree un intelectual y subestima a sus colegas. Cree saberlo todo y es un mediocre. Rodolfo Walsh consideró que "da un poco de vergüenza estar aquí sentado frente a una máquina de escribir (...) pienso que la literatura es, entre otras cosas, un avance laborioso a través de la propia estrupidez".
Pero Walsh era modesto y un agudo autocrítico, un auténtico intelectual comprometido con su tiempo: "me callé durante cuatro años más, porque no me consideraba a la altura de nadie", escribe en 1965 en "Nota autobiográfica". Y también: "El campo del intelectual es por definición la conciencia. Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una contradicción andante y el que comprendiendo no actúa tendrá un lugar en la antología del llanto pero no en la historia viva de su tierra", escribió el 1 de mayo de 1968 en el Programa de la CGT de los Argentinos, en la cual estuvo comprometido hasta la médula. El periodista -salvo el alcahuete del empresario- suele vivir a salto de mata. Y vuelvo a Walsh cuando menciona sus trabajos: "el más espectacular: limpiador de ventanas; el más humillante: lavacopas; el más burgués: comerciante de antigüedades; el más secreto: criptógrafo en Cuba".
Y sigo: "Recuperar, entonces la alegría creadora, sentirse y ser un escritor; pero saltar desde esa perspectiva el cerco, denunciar, sacudir, inquietar, molestar". Difícil el planteo, repito pues: oficio extraño este de periodista, que muchas veces nos coloca en encrucijadas insólitas. Nos permite conocer lugares, gentes, preguntar para saber, para aprender, para analizar, para sorpenderse y para preguntarse nuevamnete con Walsh: "Nosotros ¿para quién estamos escribiendo?". Los que hacemos radio para quién hablamos, quién nos escucha, ¿servimos para algo?. El filósofo Aldo Rico lo dijo claramente: "la duda es la jactancia de los intelectuales".
¿A qué vienen tantas disquisiciones. Simplemente para contar alguna historia, porque, en definitiva, los periodistas debemos ser contadores de historias, como decía Paco Urondo: "contá y cantá como si estuvieras en medio de un camino". No  nuestra historia (hay que ser modestos, además), sino la de los demás. Y la vida, en ese ir y venir, llevados por el viento, hoy estamos en un lugar, mañana en otro y siempre hay un jefecito o un jefazo que nos pone al frente de una tarea que no siempre sabemos como vamos a zafar de ella. Me ha ocurrido infinidad de veces por eso cuento:  en los '90 integré -todavía me pregunto como- el equipo que realizó un exitosa programa radial nocturno titulado "Protagonistas". En 1994 visitó el país nuestro compatriota, el cordobés Alberto Granado, conocido como el amigo de Ernesto Guevara, el que, unos años mayor, le acercó sus primeras lecturas profundas y le enseñó a jugar rugby, todo un desafío para el joven asmático. Granado era bioquímico, Guevara estudiaba medicina. Ambos se complotan para conocer a fondo lo que José Martí llamó "Nuestra América" y para eso se lanzaron a las rutas en moto. La misión era entrevistar  a ese anciano de 72 años, de buena memoria, y contar su historia. Y así nos encerraron en un estudio de grabación que dió como resultado lo que ahora exponemos y que permite difundir sin fronteras esa entrevista realizada para un programa radial.
Hay otras historias de ese calibre que contaré en otra oprtunidad. Ahora va esta con algunas fotos de archivo, porque el productor no previó la necesidad de dejar reflejada la charla como un documento más. Muchas veces fallamos en esto de hacer este extraño oficio.






No hay comentarios:

Publicar un comentario